La organización de eventos corporativos o institucionales está cada vez más influenciada por criterios de sostenibilidad y por marcos normativos estrictos. Ya no se trata únicamente de una cuestión reputacional, sino de una responsabilidad operativa y legal. En Europa y España, regulaciones ambientales más exigentes, junto con una mayor sensibilidad del público, están impulsando la transición hacia eventos sostenibles que reduzcan impactos negativos y generen valor ambiental, social y económico.
La norma ISO 20121 establece un sistema de gestión de la sostenibilidad aplicado a eventos. Este estándar no solo exige la reducción de impactos ambientales, sino también una mejora continua basada en indicadores verificables. En España, además del marco europeo, ya existen regulaciones específicas que obligan, por ejemplo, a garantizar el acceso a agua no envasada en eventos públicos (Real Decreto 1055/2022), así como a integrar criterios de sostenibilidad en contrataciones públicas.
Cumplir con estas normativas implica una planificación ambiental desde el inicio del proyecto, incluyendo evaluación de riesgos, control documental, criterios ESG en la cadena de suministro y trazabilidad de residuos.
Un evento verdaderamente sostenible comienza desde la fase de diseño. La planificación responsable debe considerar:
La logística sostenible no solo reduce emisiones, sino que también optimiza costes y mejora la experiencia del asistente.
La contratación de servicios y materiales debe incorporar criterios de sostenibilidad social, ambiental y de gobernanza (ESG). Esto incluye trabajar con proveedores locales, con certificaciones ambientales o con políticas activas de inclusión social y economía circular.
Hoy existen agencias de eventos sostenibles que ofrecen servicios especializados, pero también es posible incorporar estos criterios de forma autónoma a través de cláusulas verdes, auditorías previas y acuerdos de colaboración a largo plazo.
Uno de los pilares de los eventos con baja huella ambiental es la cuantificación objetiva del impacto generado. Las métricas clave incluyen:
Existen herramientas y metodologías específicas para cada caso, que permiten evaluar la sostenibilidad del evento y establecer medidas de mejora para futuras ediciones.
Un ejemplo concreto de solución aplicable es el servicio de Fuentes+ de Veolia (o fuentes +POSITIVE), una alternativa sostenible a las botellas de agua envasada. Estas fuentes inteligentes, que ofrecen agua potable directamente de la red, permiten reducir el uso de plásticos, las emisiones derivadas del transporte y refrigeración, así como el consumo indirecto de agua.
Gracias a la telelectura, los asistentes pueden visualizar en directo los principales indicadores de sostenibilidad (como el volumen de agua servido o el impacto ambiental evitado) a través de pantallas informativas. Al finalizar el evento, se genera automáticamente un informe de sostenibilidad, que recoge métricas clave como el CO₂ evitado, la huella hídrica ahorrada y los residuos plásticos no generados.
Eventos como el Gran Premio de Fórmula 1 en el Circuito de Catalunya ya han incorporado esta solución, demostrando su efectividad y aplicabilidad a gran escala. Puedes ver un ejemplo real en este vídeo:
Descubre más sobre cómo estas soluciones contribuyen a la neutralidad ambiental.
Organizar eventos sostenibles va mucho más allá de los elementos simbólicos. Requiere integrar principios ambientales en todas las etapas del proceso, desde la planificación hasta la medición del impacto, alineándose con las normativas vigentes y las expectativas sociales.
Si tu organización busca avanzar en la planificación de eventos sostenibles, descubre cómo +POSITIVE puede ayudarte a integrar soluciones de sostenibilidad real y medible y alcanzar la neutralidad ambiental.