En un mundo donde la necesidad de alternativas energéticas sostenibles es más urgente que nunca, surge una fuente de energía limpia, eficiente y constante que se encuentra, literalmente, bajo nuestros pies: la geotermia.
¿Te imaginas poder aprovechar el calor de la tierra para generar electricidad, calentar hogares e impulsar industrias sin depender del sol o el viento? En este artículo descubriremos cómo la geotermia está transformando la forma en la que concebimos la energía.
En el camino hacia un futuro más sostenible, la geotermia se está consolidando como una de las fuentes de energía renovable con mayor potencial. Su capacidad para ofrecer energía de forma continua la convierte en una pieza clave en la transición energética.
En este artículo, vamos a descubrir qué es la geotermia, cómo funciona, sus beneficios y algunos casos de éxito que muestran su impacto positivo.
La geotermia es la energía renovable, limpia e inagotable que aprovecha el calor almacenado en el interior de la Tierra. Este calor puede cubrir el 100% de las necesidades de climatización de todo tipo de edificios mediante una única instalación.
Su gran ventaja frente a otras fuentes de energía limpia es que está disponible de forma constante, independientemente del clima o la hora del día.
El proceso para obtener energía geotérmica se basa en sistemas que extraen el calor subterráneo que se encuentra en diferentes formas: vapor, agua caliente o rocas calientes, mediante perforaciones en el terreno. Dicho calor se transfiere a través de intercambiadores y, dependiendo del tipo de instalación, puede tener diversos usos.
Desde el ámbito industrial hasta el doméstico, pasando por centros urbanos e incluso el sector agrícola, esta fuente de energía limpia ofrece soluciones personalizadas que promueven un uso responsable y eficiente de los recursos.
Su versatilidad permite el uso de la geotermia en distintos ámbitos:
Conforme crece la conciencia sobre la importancia de las energías renovables, su aplicación se extiende más allá de lo que podríamos imaginar.
Acabamos de ver que la energía geotérmica destaca, además de por su eficiencia y sostenibilidad, también por su impresionante versatilidad. En resumen la geotermia es recomendable por las siguientes ventajas:
A diferencia de otras fuentes renovables, la geotermia no depende de factores externos. Funciona 24/7, garantizando un suministro estable durante todo el año.
Los sistemas geotérmicos ofrecen un rendimiento superior. Las bombas de calor geotérmicas, por ejemplo, pueden producir hasta cuatro veces más energía de la que consumen.
Aunque la inversión inicial puede ser significativa, los costes de operación y mantenimiento son bajos. Esto se traduce en importantes ahorros a medio y largo plazo.
Las emisiones de CO₂ son mínimas, lo que convierte a la geotermia en una opción clave para reducir la huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Además de su capacidad para ofrecer energía sin interrupciones , la geotermia presenta una serie de beneficios que la convierten en una opción cada vez más atractiva para la sostenibilidad energética, tales como:
La geotermia permite minimizar el uso de recursos no renovables, reduciendo así la vulnerabilidad frente a las fluctuaciones de los precios del petróleo y el gas.
Los sistemas geotérmicos se instalan de forma subterránea, lo que libera espacio en cubiertas y fachadas de los edificios, permitiendo un uso más eficiente del área construida. Esto es especialmente valioso en entornos urbanos donde el espacio es limitado.
La geotermia no solo se aplica en la generación de electricidad, sino también en la climatización de edificios residenciales, comerciales e industriales, el calentamiento de piscinas e incluso en procesos industriales que requieren calor constante.
Aprovechar la temperatura estable del subsuelo permite mantener condiciones térmicas óptimas durante todo el año, sin importar las variaciones estacionales.
Los sistemas geotérmicos son duraderos y requieren menos mantenimiento que otras tecnologías energéticas, lo que se traduce en costes operativos reducidos a lo largo del tiempo.
La geotermia está llamada a desempeñar un papel crucial en la transición energética hacia un modelo más sostenible y resiliente. Su capacidad para proporcionar energía constante durante todo el año la posiciona como una de las fuentes renovables más prometedoras.
Gracias a los avances tecnológicos, su implementación se ha vuelto más viable incluso en regiones donde antes era impensable, lo que amplía significativamente su alcance geográfico.
El futuro de la geotermia también está estrechamente ligado a su integración con otras fuentes de energía renovable, como la solar o la aerotermia. Esta combinación permite crear sistemas híbridos que optimizan la inversión inicial y el suministro energético, garantizando estabilidad y eficiencia energética incluso en situaciones de alta demanda o condiciones climáticas adversas. Además, la digitalización y el uso de tecnologías inteligentes están mejorando el control ,la monitorización y la gestión de los sistemas geotérmicos, lo que contribuye a maximizar su rendimiento y reducir costes operativos.
Otro aspecto relevante es el potencial de la geotermia para apoyar la descarbonización de sectores industriales intensivos en energía, como el químico, el alimentario o el de la construcción. A medida que los gobiernos y las empresas buscan soluciones para cumplir con los objetivos climáticos, la geotermia se consolida como una alternativa fiable, sostenible y económicamente competitiva.
En definitiva, la geotermia no solo es una solución para el presente, sino una apuesta de futuro que seguirá creciendo y evolucionando al ritmo de la innovación tecnológica y la creciente demanda de energías limpias.
Veolia ha demostrado su compromiso con la sostenibilidad a través de proyectos de geotermia que destacan por su innovación y eficiencia.
Un ejemplo notable es el Edificio Becrux, donde la compañía ha implementado sistemas de climatización totalmente novedosos basados en geotermia, optimizando el consumo energético y reduciendo significativamente las emisiones de CO₂.
Este caso refleja cómo la experiencia de Veolia permite adaptar soluciones geotérmicas a entornos urbanos complejos, asegurando un rendimiento sostenible y eficiente. Estos proyectos son una prueba tangible del impacto positivo que la geotermia puede tener en la transición hacia un futuro energético más limpio.