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¿Cuál es la mejor época del año para la producción fotovoltaica?

Escrito por Veolia España | Aug 15, 2025 4:56:47 PM

¿Cuál es el mejor momento del año para instalar paneles solares? ¿En qué momento del año se produce más energía solar? La energía fotovoltaica es una de las fuentes renovables más fiables, pero ¿sabías que su rendimiento varía según la estación del año?.

El sol no brilla con la misma intensidad todos los días y factores como la temperatura, la nubosidad y la inclinación de la Tierra afectan a la cantidad de energía que pueden generar los paneles solares. Sin embargo, independientemente de la época del año, los paneles solares pueden seguir funcionando y generando electricidad, aunque su eficiencia variará en función de las condiciones ambientales.

Pero ¿qué meses son los más favorables? ¿Es el verano realmente el mejor momento para la producción fotovoltaica? Conocer la respuesta a estos interrogantes te dará algunas claves para saber cómo optimizar el rendimiento de tu instalación fotovoltaica en cualquier época del año.

 

Factores clave que afectan a la producción de energía solar

Es importante entender qué elementos influyen en la eficiencia de los paneles solares. En condiciones óptimas, un panel fotovoltaico estándar puede generar entre 300 y 400 vatios por hora de exposición solar, dependiendo de su tecnología y ubicación. 

Sin embargo, esta producción varía a lo largo del día y del año. Durante las horas centrales del día, cuando el sol está en su punto más alto, se alcanza el máximo rendimiento. Por la mañana y al atardecer, la producción disminuye debido a la inclinación de los rayos solares. 

Además, factores como la nubosidad, la acumulación de suciedad o incluso la orientación de los paneles pueden determinar significativamente la cantidad de energía generada. Comprender estas variaciones es clave para optimizar el autoconsumo y la eficiencia de un sistema fotovoltaico.

 

1. Radiación solar: la clave del rendimiento

Cuanta más luz reciba un panel, más electricidad generará. No es lo mismo instalar un sistema fotovoltaico en Sevilla que en Londres, ya que la cantidad de radiación solar anual es diferente.

Pero la intensidad de la luz solar no solo depende de la ubicación geográfica sino, también, del ángulo en el que incide sobre los paneles.

Cuando los rayos solares caen de forma perpendicular sobre la superficie de un panel, la eficiencia es máxima. Esto ocurre, por ejemplo, al mediodía en verano.

Sin embargo, en invierno o durante las primeras y últimas horas del día, el sol está más bajo en el horizonte y la radiación llega con un ángulo más inclinado, reduciendo la cantidad de energía captada.

Para mitigar este efecto, algunos sistemas fotovoltaicos incluyen estructuras móviles que permiten ajustar la inclinación de los paneles a lo largo del día o del año, maximizando así la captación solar.

En instalaciones fijas, la inclinación óptima de los paneles se calcula en función de la latitud del lugar para garantizar un rendimiento equilibrado durante todas las estaciones.

 

2. Temperatura: más calor no siempre es mejor

Puede parecer sorprendente, pero el calor extremo no es el mejor aliado de la energía solar. A medida que la temperatura aumenta por encima de los 25°C, la eficiencia de los paneles empieza a disminuir debido a la resistencia eléctrica del silicio, el material base de la mayoría de las placas solares.

Cuando los electrones se calientan en exceso, su movilidad se altera, lo que reduce la capacidad del panel para convertir la luz solar en electricidad de manera eficiente.

Este fenómeno se conoce como coeficiente de temperatura, y varía según el tipo de panel. Los paneles convencionales pueden perder entre un 0,3% y un 0,5% de eficiencia por cada grado que la temperatura supera los 25°C.

 

3. Nubosidad y condiciones climáticas

Los días nublados o lluviosos reducen la producción de energía, aunque los paneles siguen captando luz difusa. En lugares con alta nubosidad, los sistemas fotovoltaicos necesitan un diseño óptimo para compensar las variaciones de producción.

No todos los días nublados afectan de la misma forma. La nubosidad ligera permite que los paneles sigan generando un porcentaje significativo de su capacidad normal, mientras que una cobertura densa o lluvias prolongadas pueden reducir la producción hasta en un 80%.

 

4. Duración del día y ángulo del sol

En invierno los días son más cortos, lo que significa que hay menos horas de producción. Además, el ángulo del sol es más bajo, lo que impacta sobre la cantidad de radiación solar que incide en los paneles.

Este factor es especialmente relevante en zonas con latitudes altas, donde la diferencia entre la duración del día en verano e invierno es extrema. En lugares como Noruega o Canadá, los sistemas solares pueden experimentar una caída significativa en la producción durante los meses de invierno, mientras que en regiones cercanas al ecuador la variación es mucho menor.

Para compensar este efecto, los paneles pueden instalarse con una inclinación más pronunciada en invierno para captar mejor la luz solar. Algunas instalaciones avanzadas incluyen seguidores solares que ajustan automáticamente la orientación de los paneles según la posición del sol, maximizando su rendimiento durante todo el año.

 

Estaciones del año y producción fotovoltaica

Cada estación del año presenta particularidades que influyen en la producción fotovoltaica. Factores como la duración del día, la intensidad de la radiación solar, las temperaturas ambiente y la nubosidad determinan cuánta energía se puede generar en cada momento. 

Aunque la primavera y el verano suelen ser los periodos más productivos, las tecnologías actuales permiten aprovechar la energía solar durante todo el año. Analicemos cómo varía el rendimiento de los paneles solares en cada estación.

 

Primavera: El equilibrio perfecto

La primavera es una de las mejores épocas para la producción solar. Las temperaturas son moderadas, los días empiezan a ser más largos y la radiación solar aumenta progresivamente. Esto permite que los paneles funcionen a una temperatura óptima, sin el sobrecalentamiento del verano.

 

Verano: Más sol, pero con trampa

El verano es la época con más horas de sol al día, lo que favorece una mayor producción de energía. Sin embargo, el calor puede reducir la eficiencia de los paneles. En días de temperaturas muy altas, el rendimiento puede disminuir hasta un 15%.

Si vives en una zona con veranos muy calurosos, puedes optar por paneles solares con coeficiente de temperatura bajo, que pierden menos eficiencia con el calor.

 

Otoño: Un rendimiento más estable

Aunque los días empiezan a acortarse, las temperaturas vuelven a ser más favorables para la eficiencia de los paneles solares. La producción energética en otoño es similar a la de la primavera, aunque con menos horas de luz solar.

 

Invierno: ¿Se puede generar energía solar?

Sí, los paneles solares funcionan en invierno. Aunque la producción es menor debido a los días cortos y el sol más bajo, las bajas temperaturas pueden favorecer el rendimiento. De hecho, en días soleados y fríos, los paneles pueden ser más eficientes que en pleno verano.

En zonas con nevadas, es recomendable instalar los paneles con una inclinación pronunciada para que la nieve se deslice y no bloquee la radiación solar.

 

Entonces… ¿Cuál es la mejor época para la producción fotovoltaica?

La respuesta depende de dónde vivas y las condiciones climáticas de tu zona. En términos de eficiencia, la primavera y el otoño son ideales, ya que ofrecen temperaturas óptimas y buena radiación solar. Sin embargo, en términos de producción total, el verano es el periodo con más generación energética debido a la mayor duración del día.

 

 

Una inversión rentable en cualquier época del año 

La energía solar siempre es una inversión inteligente independientemente de la época del año en la que nos encontremos. Con el diseño y las herramientas de monitorización adecuadas, se puede maximizar la producción fotovoltaica en cualquier estación.

Si estás considerando la instalación de paneles solares, es recomendable que evalúes factores como la temperatura, la ubicación y las herramientas de optimización para asegurarte de obtener el mejor rendimiento todo el año.